lunes, 19 de febrero de 2018

Manatiales, pozos y cavernas

Manantiales.
En algunos lugares las aguas emergen espontáneamente en forma de manantiales. Hay muchos tipos de manantiales, pero todos ocurren cuando el manto acuífero se pone en contacto con la superficie. Esto sucede casi siempre en las laderas de las colinas y en los valles.








Las aguas subterráneas son obtenidas también a través de los pozos construidos por el hombre con esta finalidad. Un pozo es cualquier agujero que llegue hasta el nivel superior del manto acuífero y permita traer el agua subterránea. Los pozos de ancho diámetro y escasa profundidad se agotan a veces durante los períodos de seca, al descender el nivel del manto acuífero.










Cavernas.
En las regiones donde predominan las rocas calizas las aguas subterráneas no forman mantos acuíferos, sino que se infiltran a través de las grietas y fisuras, realizando una acción disolvente muy intensa. Esto se debe a que, si bien las rocas calizas son muy impermeables, resultan en cambio fácilmente solubles por la acción de las aguas aciduladas.

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